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jueves, 8 de mayo de 2014

La Fórmula 1 desembarca en Europa. Primera parada: GP de España



Quinta prueba de la nueva era de los V6 Turbo y los equipos que comienzan a introducir importante mejoras en los monoplazas

El Circuit de Barcelona-Cataluña vivirá su 24º Gran Premio de España en un contexto en el que -aunque se espera la continuidad de la supremacía de Mercedes- las novedades que, desde Red Bull a Marussia, introducirán los equipos pueden cambiar la balanza en la zona de puntos. Nadie podrá igualar, no obstante, las seis victorias de un tal Michael Schumacher, ni los ocho triunfos de Ferrari en tierras barcelonesas.

El 29 de septiembre de 1991, el Circuito de Montmeló acogía por primera vez una carrera del Mundial de Fórmula 1. Atrás quedaba la herencia de Montjuic y el recuerdo de aquellas curvas imposibles y los sacos de paja ‘protegiendo’ a los aficionados y comisarios. Nigel Mansell, el ‘león’ británico, se hacía con la primera victoria de un F1 sobre el asfalto recién estrenado del circuito catalán, Alain Prost y Riccardo Patrese le acompañarían en el podio. Aquel año sería el de la tercera corona de Senna…
Este fin de semana -de vuelta al presente, de vuelta a 2014-, la Fórmula 1 presenta alguna incógnita más de la que se podría esperar si miramos simplemente las clasificaciones de los dos Campeonatos. Mercedes lidera con solvencia en ambas y la lucha entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg se espera que continúe sobre el asfalto de Montmeló. Pero las novedades técnicas que todos los equipos comenzarán a introducir en forma de paquetes en el Gran Premio de España podrían barajar las cartas de la parrilla.
En Montmeló solo han repetido victoria -de los componentes de la categoría actual- Fernando Alonso y Kimi Räikkönen, que este año comparten escudería y colores. Curiosamente, en este circuito, Sebastian Vettel nunca -sí, nunca- ha hecho la pole position y es el único de todo el Mundial en el que el alemán no ha conseguido la hazaña de ser el más rápido en la sesión del sábado en sus cuatro años con Red Bull.
El sobrado conocimiento que de este circuito tienen todos los pilotos -incluidos los novatos de esta temporada- implicará que los equipos sabrán dónde están los puntos fuertes y débiles de sus renovados monoplazas en cuanto salgan a pista a rodar en la mañana del viernes. La afición espera ver un ‘F14-T’ renacido del podio de Shanghai pero las dudas siguen rodeando al equipo dirigido por Mattiacci y el éxtasis, el delirio, de 2013 parece complicado de repetirse. 
Sin duda alguna, el trazado barcelonés es uno de los más exigentes en cuanto a la configuración de la aerodinámica y sus dieciséis curvas, entre las que se encuentran una mezcla de curvas rápidas y puntos revirados, exigirán el máximo de los monoplazas. Las novedades de casi todos los equipos pasarán por soluciones que mejoren la carga aerodinámico tanto de la parte delantera, como de la trasera, en un intento por optimizar el rendimiento de sus vehículos en una pista compleja. Siempre se ha dicho en el paddock que un coche va bien en Barcelona, va bien durante el resto del mundial. En esta nueva era de la Fórmula 1 V6 Turbo aún está por comprobar.
Algunos equipos, como Sauber, han tratado de aligerar sus chasis en pos de permitir a los pilotos mantener su peso habitual y mejorar el comportamiento del coche en general. Pero serán en los Libres de este viernes cuando las escuderías podrán comenzar a verificar si las ansiadas mejoras -paladines de inversiones millonarias- tienen los efectos deseados. 

La estrategia
Pirelli vuelve a repetir la elección del GP de Malasia aquí, en España, y trae el medio y el duro para este fin de semana. La compañía italiana no se fía de las altas cargas que el circuito catalán provoca en los neumáticos y, siguiendo su línea conservadora en este 2014, ha preferido traer los dos compuestos más duros de la gama de esta temporada. Paul Hembery espera que la casi totalidad de los equipos opte por la tres paradas en lugar de las cuatro que le dieron la victoria a Alonso el año pasado. 
El carril de boxes del Circuit tiene 331 metros de longitud y se tarda en recorrer en torno a los 21 segundos más la parada, por lo que la gestión del cambio de gomas en boxes será uno de los puntos claves de la carrera de este domingo. A la espera de los datos que recojan los equipos durante la jornada del viernes respecto a las tandas largas, la estrategia teóricamente mejor sería entrar en torno a la 20 y a la vuelta 43 si se va a dos paradas, o en torno a la 16, 33 y 49 si se va a tres.
En Barcelona existe un 40% de posibilidades de que el coche de seguridad haga acto de aparición pero, de momento, no será por las condiciones meteorológicas. Para este fin de semana, se espera sol, mucho sol, en Montmeló. Las temperaturas rondarán los 23ºC y sólo el domingo podría caer alguna lluvia dispersa a primera hora de la mañana, traída pro la típica niebla que suele rodear la zona de Montmeló en ciertos momentos del año. 

Todos lo conocen; todos se conocen
La clave de este fin de semana -si dejamos a los Mercedes teóricamente a un lado-, reside en que todas las escuderías y pilotos conocen Montmeló como la palma de su mano, a pesar de no haber estado allí en esta pretemporada. La igualdad en este aspecto vendrá dividida por la calidad de las mejoras que los equipos comiencen a introducir desde el viernes, porque la cantidad de las mismas se espera en abundancia. 
Este fin de semana será el primero en Europa de esta nueva era Turbo y los equipos buscarán hacerse ver ante el público del ‘viejo continente’. No sería de extrañar que algunas escuderías comenzaran a copiar soluciones de sus rivales, tras haber observado cómo funcionan estas en coches ajenos en las cuatro primeras carreras del año. 
La curva 3 del circuito es la más característica de todas -sobre todo tras la conversión en chicane de la doble a derechas que precedía a la entrada a meta-, ya que exige una elevada carga aerodinámica a los neumáticos, un óptimo agarre del monoplaza y una acertada aceleración de los pilotos dentro del cockpit. Sin duda, será uno de los puntos a tener en cuenta para diferenciar al coche -o coches- ganadores del resto. Red Bull puede sorprender en terreno barcelonés.

En 2013…
Sin duda alguna, todos los aficionados recuerdan el baño de gloria que Fernando Alonso se dio en el Circuito de Barcelona-Cataluña la temporada pasada. El piloto español de Ferrari ondeaba la enseña nacional al viento ante la invasión de pista de los aficionados que gritaban eufóricos la victoria soñada del ídolo local. Su actual compañero de equipo y su ex compañero en Ferrari, Felipe Massa, acompañaron a Fernando en un podio que -por única vez en 2013- tuvo a ambos componentes en Ferrari sobre él.
En 2013, los Mercedes se merendaron las gomas en aquella tarde catalana, con Lewis Hamilton siendo doblado por el asturiano de Ferrari. ¡Pero qué diferente se prevé este fin de semana en casa de la estrella plateada! Ni siquiera la eficiencia aerodinámica de unos Red Bull que aún tenían que rodar con las frágiles Pirelli del inicio de temporada, conseguía parar a la Scuderia hace un año. 90.000 almas gritaron ‘¡Alonso, Alonso!’ al piloto de Oviedo, este año Hamilton y Rosberg amenazan con acallarlas. 


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