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viernes, 11 de abril de 2014

900 Grandes Premios, leyendas y ecos del pasado



La Fórmula 1 cumplió nueve centenas de domingos el pasado fin de semana y todos ellos albergan la esencia de la competición

Una mirada al pasado, sueños e ilusiones cumplidos y despedazados. Aquellos héroes que han dado paso a los súper hombres que pilotan a más de 300km/h en la actualidad. Novecientos Grandes Premios cumplidos por una Fórmula 1 que poco tiene que ver con la de antaño en gran parte de las ocasiones. En el camino quedaron los Clark, Senna, Cevert, Collins, Rodríguez, Villeneuve y tantos otros que dieron su vida en pos un intangible llamado eternidad
El pasado fin de semana, entre las arenas del desierto de Bahréin y mientras la población del pequeño reino del Golfo Pérsico sigue luchando por una libertad olvidada y perdida en el avance hacia el progreso y en la persecución infinita hacia los mercados occidentales, la Fórmula 1 alcanzó una cifra de esas que se hacen llamar ‘redondas’: 900 Grandes Premios. Lewis Hamilton tuvo el honor de alzar a lo alto el trofeo desde el primer cajón del podio de Sakhir pero tantos otros le precedieron, tantos que no es posible olvidarlos.

La primera
Cuando la Fórmula 1 comenzó en aquella tarde de mayo de 1950 en el circuito británico de Silverstone, aquellos pilotos llevaban tiempo jugándose la vida cada semana en diferentes circuitos cerrados a lo largo del mundo y en pruebas de leyenda como la ‘Mille Miglia’ o la ‘Targa Florio’.Giuseppe Farina -con 44 años- se llevó la primera victoria de la historia de la categoría a bordo de su Alfa Romeo 158 y con neumáticos Pirelli -sí, ya por aquel entonces. Sólo los tres primeros acabaron en la misma vuelta, con el cuarto clasificado -Yves Giraud-Cabantous con un Talbot- a dos giros del ganador. El podio lo completaron Luigi Fagioli y Reg Parnell, otros dos de los cuatro Alfa Romeo que se alinearon aquella tarde soleada -Juan Manuel Fangio abandonó a ocho vueltas para el final por una fuga de aceite.
100º Gran Premio y 14 fallecidos
Desde aquel día y hasta el 100º Gran Premio, celebrado en el viejo ‘Infierno Verde’, Juan Manuel Fangio ya tenía cinco coronas de laurel; Jack Brabham y Alberto Ascari, dos. Era agosto de 1961 y los bosques que rodeaban el viejo Nürburgring habían amanecido encharcados y con una fina lluvia cayendo sobre las cabezas de aquellos mitos vestidos de hombres y con cascos de visera hacia delante. Catorce pilotos habían muerto en pruebas de Fórmula 1 hasta aquel fin de semana, y uno de los hombres que ocuparía el podio lo haría un mes después en el trazado de Monza.
Phill Hill se apuntaba la pole por seis segundos y dos décimas de ventaja respecto al Cooper-Climax de Jack Brabham. 153,430 km/h de media a los 22,810 kilómetros de la serpiente verdeStirling Moss encabezaba el primer paso por meta, con Phill segundo y desde aquel momento, el británico de Lotus no soltaría el liderato hasta que la bandera a cuadros cayó -chorreando- sobre su cabeza y mientras Tony Maggs se bajaba de su monoplaza con gesto abatido, taciturno. Wolfgang Von Trips y el propio Phill Hill acompañaban al británico de Lotus en el podio, el último para el alemán -aunque él aún no lo sabía.
200º Gran Premio; el Principado es protagonista
1971. Una década después de que los Hill, Moss, Brabham y compañía se jugaran el tipo sobre monoplazas con ruedas estrechas, los Stewart, Peterson y Cevert lo hacían sobre monoplazas con V12 y V8 -en su mayoría- a las espaldas. El paladín de la justicia en aquellos momentos,Jackie Stewart es acompañado por el célebre director de cine, Roman Polanski. El documental se emitiría en 1972 pero tendría que aguardar hasta 2013 para ganar mayor repercusión tras su emisión en el Festival de Cannes. El escocés llegaba a Montecarlo con su Ford-Tyrell en una lucha encarnizada con los pilotos de Ferrari, tras las dos primeras pruebas del Campeonato. Stewart ya posee un título de Campeón del Mundo -el de 1969- y tras la victoria póstuma de Jochen Rindt, otros nueve pilotos han fallecido en un fin de semana de Fórmula 1.
Son tiempos de concienciación por parte de los pilotos de que la seguridad no es suficiente, los circuitos no son escenarios fiables y los monoplazas también pueden fallarStewart arrancaba desde la pole en las calles del Principado y salvo las intimidaciones iniciales de Ickx, el escocés lidera de cabo a rabo un Gran Premio en el que concluye con una aplastante diferencia de 25.6 segundos sobre un Ronnie Peterson que comienza a ser mirado con otros ojos a bordo del March 711, por delante de un Jackie Ickx que acabará la temporada con sólo 19 puntos, tras ser el único que podía hacerle sombra a Stewart en las cuatro primeras carreras. 
300º Gran Premio, Ronnie Peterson y Sudáfrica
La tercera centena tuvo como protagonista al sueco de Lotus-Ford Cosworth y al siempre recordado, circuito de Kyalami en 1978. Peterson arrancaba 11º, tras una clasificación realmente ajustada y con los diez primeros en menos de un segundo. Andretti le gana la partida a Lauda en la arrancada y Peterson pasa en décima posición la primera vuelta de las 78 que se dieron aquel día al circuito sudafricano. Poco a poco, los monoplazas van presentando problemas. En primer lugar es James Hunt quien rompe el motor de su McLaren; más tarde será Keke Rosberg el que haga lo propio con su Ford-Cosworth. Así, poco a poco, el sueco consiguió llegar a la zaga del Tyrrell de Patrick Depallier, que no conseguía aguantar los últimos ataques de Peterson debido a su propulsor dañado y a falta de un kilómetro para lograr la primera victoria de su carrera deportiva, era superado por el Lotus 78 del nórdico.
Curiosamente, Ronnie Peterson conseguiría su penúltima victoria en la Fórmula 1 no habiendo liderado ni una sola vuelta completa y tras los múltiples abandonos que afectaron a Hunt, Lauda, Rosberg o Fittipaldi entre otros. 
400º Gran Premio; Austria 1984, Lauda gana en casa
Niki Lauda conseguirá su tercera y última corona esa temporada pero a su GP de casa llega con cinco puntos y medio de desventaja respecto a su máximo rival aquel año, Alain Prost. Dos semanas antes, en Hockenheim, el francés consigue doblegar al austriaco de McLaren pero el entonces Österreichring es terreno para el héroe de tantos después de su trágico accidente en Nürburgring años atrás. 
Primera línea de salida para ‘El Profesor’, segunda para el austriaco. Lauda se deshará de Tambay en las primeras vueltas, pegándose a la zaga de su rival directo por la corona, esa tan ansiada, la tercera, que parece no querer llegar. La persecución se prolonga hasta la vuelta 28, cuando Prost comienza a tener problemas con su caja de cambios y abandona. A partir de ahí, Niki Lauda se lanza en pos de Piquet y consigue darle caza en la vuelta 40. El austriaco prefiere conservar la mecánica de su monoplaza pero Piquet tiene problemas y no es capaz de intimidar a un lento McLaren. Victoria y primer gran paso hacia su última corona de laurel.
500º Gran Premio; Piquet y Adelaida 1990
Última carrera del año en la que Ayrton Senna ya llega como Campeón del Mundo por segunda vez tras su duelo extremo con Alain Prost en Japón. Nelson Piquet y su Benetton-Ford arrancan desde la séptima casilla de salida  pero es quinto en la primera pasada por meta. Primero Prost y luego Berger caerán en sus garras. Ayrton se resiste, no obstante, Mansell es el último obstáculo del brasileño para llegar a su compatriota de leyenda. Piquet lo conseguirá en la vuelta 62, tras salirse Senna en el giro anterior. Penúltima victoria para él y Adelaida como escenario.
600º Gran Premio; Villeneuve asienta las bases de su título
Su padre nunca lo logró y aún así permanece en la memoria de todo aficionado a la Fórmula 1. Jacques sí lo hizo y parece, en ocasiones, que si no fuera por sus polémicas declaraciones, pocos se acordarían de que en 1997 se proclamó Campeón del Mundo con Williams y ya en el GP de Argentina del 13 de abril, cogió el liderato. 
Aquel fin de semana, varias cifras redondas coincidieron: el 100º GP de Jordan; el 200º para Arrows y el 400º de Tyrell. Como redondo fue el domingo de Jacques Villeneuve, que salía desde la pole y que vio peligrar su victoria con el último y rapidísimo relevo de un desatado Eddie Irvine. El canadiense cruzaría con menos de un segundo de ventaja la línea de meta. Eran otros tiempos, Williams era capaz de dominar en binomio con Renault.
700º Gran Premio, cuando Kimi ganó en el diluvio y Fisichella recibió el trofeo fuera del circuito de Interlagos
Trepidante carrera aquella de abril de 2003, cuando el GP de Brasil estaba entre los primeros del calendario. Rubens Barrichello se hacía con la pole en seco. 11 milésimas por detrás arrancaría el McLaren-Mercedes de David Coulthard. Los cuatro primeros cajones se habían decidido en menos de una décima y la lluvia caía sobre Interlagos en la tarde del domingo. Los reglajes de los monoplazas pudieron cambiarse gracias a la decisión final de la FIA, el diluvio continuaba.
El coche de seguridad arrancaba en cabeza y el spray se esparcía por cada rincón del trazado carioca. El primero en abandonar sería Heidfeld por problemas con su motor pero los grandes también caerían y Schumacher se quedaba fuera tras chocar contra el muro en la vuelta 25. Räikkönen perdía el liderato en favor de su compañero de equipo, David Coulthard, pero lo recuperaría en la vuelta 53, una antes de que se desatase la locura. 
Mark Webber impactaba fuertemente en la salida de la curva que lleva a la ‘recta’ de meta de Interlagos y el Safety Car entraba. Pero los restos del monoplaza del australiano -entonces en Jaguar- y la falta de visibilidad hacían que Fernando Alonso se empotrara contra las protecciones de neumáticos que invadieron el asfalto brasileñoEl piloto asturiano era evacuado en ambulancia con el pulgar hacia arriba, no sabía que sería su segundo podio. Al no haberse disputado el 75% de las vueltas estipuladas (71), los comisarios debían dar la victoria al líder dos vueltas antes del accidente. En un error de cálculo, nombraron a Kimi Räikkönen como vencedor pero días más tarde se comprobaría que Giancarlo Fisichella había empezado su vuelta 55 cuando el accidente de Webber y dos vueltas antes, él también era el líder.
800º Gran Premio, primera carrera nocturna y lío en Renault
Flavio Briatore y su escudería jugaron con cartas supuestamente marcadas en aquel Gran Premio de Singapur de 2008 -el primero en la historia de la Fórmula 1 en celebrarse bajo la luz de los focos-. La polémica se desataría cuando Nelsinho Piquet, en la vuelta 14, impactaba contra el muro y provocaba la salida del coche de seguridad. Las órdenes de equipo desde el muro de Renault cobraban un matiz tétrico y el brasileño cruzaba corriendo la pista del Marina Bay.Fernando se colocaba quinto, tras haber arrancado 12º y la estrategia le favorecía. La manguera suelta del Ferrari de Massa sería otra de las imágenes para el recuerdo pero, tal vez, la 20ª victoria de nuestro Fernando Alonso fue la menos brillante de todas, a pesar de su conducción al límite, a pesar de los miles de vatios que iluminaron su sonrisa al bajarse del R28
Sesenta y cuatro años han pasado en esta Fórmula 1 que no quiere perecer en el intento de avanzar al son de las nuevas tecnologías. La carrera novecientos fue contada el pasado fin de semana bajo la luz de la luna y los focos de Bahréin, y la 1000ª, ¿dónde, cuándo y cómo la viviremos?

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