Tras un safety car, el español Iñaki Rueda, el estratega de Scuderia italiana, decidió mantener a Sebastián Vettel en pista. Su coche se mostró muy respetuoso con los neumáticos, con un ritmo muy mejorado con respecto a la primera carrera y una enormidad con respecto al año pasado.
Una golondrina no hace primavera pero la victoria de Sebastián Vettel, la primera de Ferrari en casi dos años, ha cambiado el color de un Mundial de Fórmula 1 que parecía destinado a Mercedes sin encontrar apenas resistencia. El nivel mostrado en pretemporada y la primera cita del calendario por parte de Hamilton y Rosberg,
indicaban sin duda alguna que este 2015 prometía ser un paseo militar
para el equipo anglo-germano, pero el encadenamiento de una serie de
circunstancias en Malasia han hecho disparar las esperanzas de todos ante lo que pudiera ser un campeonato más disputado, divertido y con mayor atractivo.
La Fórmula 1 depende en gran medida de que haya lucha, igualdad y finales abiertos, y el dominio abrumador de los Mercedes
en 2014 arrojaron cifras de audiencia muy a la baja, algo que
preocupaba en sobremanera a los rectores del negocio, las cadenas de
televisión y anunciantes. Este año todos temían más de lo mismo, pero un
acertadísimo fin de semana por parte de Ferrari hacen albergar ciertas esperanzas de que el panorama podría mejorar.
Nuevo director, masiva sustitución de cargos y 100 millones de euros
Ciertamente los cambios a los que Sergio Marchionne -presidente del grupo Fiat-, sometió a la mítica escudería parecen haberle sentado estupendamente. La llegada de Sebastián Vettel, el nuevo director, Mauricio Arribavene
y, entre otras cosas, la masiva sustitución de cargos medios y una
fuerte inversión (se habla de 100 millones de euros), han arrojado los
primeros frutos, mucho antes de lo previsto. Los italianos no se
pusieron fecha para recabar sus primeros resultados, pero hasta para
ellos esta victoria ha sido una sorpresa, porque ha llegado contra todo
pronóstico.
A pesar de la notable mejora por parte de los de Maranello, los Mercedes fueron más rápidos durante todo el
fin de semana, hicieron la pole position, eran más rápidos en línea
recta y las dos mejores vueltas en carrera fueron de ellos. Por todo
ello nada hacía presagiar a priori que no salieran del circuito de Sepang
sin su trofeo de ganadores, pero las circunstancias se acabaron aliando
con la audacia de las dos paradas que hicieron, en contra de las tres
de los Mercedes (la estrategia a dos paradas solo la hicieron tres coches).
Iñaki Rueda, el estratega español de Ferrari
Tras un safety car, el español Iñaki Rueda, el estratega de Ferrari, decidió mantener a Sebastián Vettel
en pista. Su coche se mostró muy respetuoso con los neumáticos, con un
ritmo muy mejorado con respecto a la primera carrera y una enormidad con
respecto al año pasado. Por el contrario, Rosberg y Hamilton pararon tres veces, a su W06 le sentó regular el calor reinante y, al final y aunque Lewis tenía relativamente al alcance al piloto germano, no tuvo velocidad ni tiempo para darle caza. Más que un éxito de Ferrari -que lo fue-, pareció un demérito de Mercedes por
no haber estado a la altura en su gestión a pesar de tener los mejores
mimbres. Es más, no esperaban que les ocurriera esto y prueba de ello
fue que tan desprevenidos les cogió la situación que hasta Paddy Lowe, uno de los responsables de las órdenes desde el muro, en plena vorágine, empezó a hablar por radio a Lewis dando
órdenes que eran para los ingenieros. Un despiste poco frecuente y
propio de una reacción de urgencia al ser conscientes de lo que estaba
pasando. El piloto respondió airado y con tono recriminante: “¡No me habléis cuando estoy por las curvas!”.
Ferrari y Sebastián Vettel
han dado un enorme paso en muchos aspectos, no sólo en el plano
técnico, y esto empieza a reportar dividendos, justo los dividendos que
dejó de recabar Fernando Alonso cuando salió por la puerta de la Scuderia, y los que pintan muy lejanos tras ver su debut con McLaren-Honda. Clasificado penúltimo justo por delante de los muy deficientes Manor (fuera
del 107% el sábado), abandonó en la vuelta veintidós cuando rodaba
octavo debido a un problema de temperatura en su motor. Pocas vueltas
más tarde lo hizo su compañero Jenson Button en similares circunstancias. En Honda
querían ganar carreras este mismo año, pero para que eso ocurra,
tendrán que empezar por acabarlas. Visto lo visto, siguen de
pretemporada en esta segunda carrera.
Carlos Sainz y Roberto Merhi, la gran esperanza española
Mejor les fue a los otros dos españoles en la F1. Carlos Sainz
acabó octavo tras un fin de semana muy productivo con un quinto mejor
tiempo en los entrenamientos libres del viernes y superó en carrera a
los dos Red Bull, teóricamente inalcanzables con una mecánica superior y pilotados por participantes más rodados. El castellonense Roberto Merhi pudo hacer su sueño realidad y acabó la carrera de su debut. Se quejaba, lacónico pero socarrón: “Lo peor han sido las banderas azules”. Cada vez que le mostraban una de estas señales quería decir que otro coche le iba a superar.
En definitiva, carrera interesante, este Gran Premio de Malasia, con resultados inesperados, y como dijo Toto Wolff, el director de Mercedes “este resultado es malo para mi equipo, pero bueno para la Formula 1”. Y tiene razón.
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