Hamilton vuelve a la lucha por el título tras el primer abandono de Rosberg en Silverstone
De esta declaración: "Siento tantísimo haber decepcionado a mis aficionados" a esta otra: "Tenemos a los mejores aficionados, que me han ovacionado, y soy un privilegiado", hay poco más de veinticuatro horas de diferencia. El autor es el mismo: Lewis Hamilton, el nuevo líder provisional del campeonato. Una victoria que le llega en el mejor momento, cuando su compañero de equipo, Nico Rosberg, sufre su primer abandono del año.
La carrera empezó con el fortísimo accidente de Kimi Räikkönen El finlandés estaba luchando con un Sauber cuando intentó pasarlo por el exterior en Aintree, pero iba a demasiada velocidad, y salió por la escapatoria asfaltada. "Estaba luchando por la novena plaza", comentó el piloto. "Me salí de la pista y cuando intentaba regresar, golpeé un bordillo y perdí el control del coche, que terminó contra las barreras". Lejos de pasar por la escapatoria con precaución, Kimi pisó el acelerador como si fuera por la pista para intentar no perder posiciones. Desgraciadamente para él, la entrada a la pista no era una vía de incorporación de la autopista, y la trasera de su coche acabó saltando y lazándole contra las protecciones. El fuerte impacto le devolvió a la pista. Felipe Massa, que estaba en la estela de un Caterham, no pudo anticiparse para evitar la colisión, pero sí tuvo los reflejos de trompear y golpear con la parte trasera de su Williams y minimizando las consecuencias. La rotura del guardarraíl propició un parón de más de una hora, pero afortunadamente ningún piloto resultó herido de gravedad y la carrera se reinició con normalidad.
HAMILTON SE ABRE PASO
El error de Lewis Hamilton el sábado, cuando abortó su vuelta rápida delante de sus anonadados admiradores, fue perfectamente enmendado el domingo desde la misma salida. Lewis aprovechó una de las arrancadas más movidas del año para recuperar posiciones al estilo Hamilton, sin miedo, con garra y fuerza, tocándose con Vettel y abriéndose paso sin miedo hasta la cuarta posición por detrás de ambos McLaren. No tardaría Lewis en deshacerse de Magnussen; en la tercera vuelta metió el morro en Copse y aprovechó la salida de pista del danés para rebasarle. Sólo una vuelta después hacía un interior perfecto a Button y ya estaba a la estela de Nico Rosberg. Pero alcanzarle parecía complejo: el alemán marcaba el ritmo de carrera a base de vuelta rápida: "Nico abrió una buena ventaja al principio, pero seguí presionando pues estaba satisfecho con mi ritmo". El inglés retrasó su primera parada y continuó con una velocidad encomiable: “Después de cambiar a neumáticos primarios no podía creer el ritmo que tenía; me estaba acercando a Nico.”
REMONTADA ALONSO
Mientras, Fernando Alonso protagonizaba una gran remontada desde su decepcionante decimosexta posición de salida, fruto del error cometido el sábado en una compleja sesión clasificatoria pasada por agua. Poco a poco, adelantamiento tras adelantamiento, el español de Ferrari se deshizo de Gutiérrez, Sutil, Kvyat, Ricciardo, Hülkenberg y Magnussen en poco más de quince vueltas. Una demostración de pilotaje de alto nivel. De hecho, la carrera estuvo plagada de maniobras bien bonitas de muchos pilotos, duelos de corte clásico que animaron a los más puristas. Pero parte del trabajo del español se quedaba en papel mojado cuando cumplió la penalización de cinco segundos por detener su coche adelantado en la parrilla de salida, y caía al noveno lugar.
PRIMER ABANDONO DE ROSBERG
Cuando Nico Rosberg paró en boxes en la vuelta decimonovena, el ingeniero de pista le comunicó a Lewis Hamilton que era la hora de darlo todo, de machacar el cronómetro, de destrozar el viento de Silverstone. "It’s hammer time", se escuchó por su radio. El inglés estaba a poco más de dos segundos de su compañero de equipo.Se preveía otro duelo apoteósico delante de una afición volcada con Hamilton, pero con el automovilismo de raza en general. Sólo una vuelta más tarde, Nico avisaba de que tenía problemas al reducir marchas en su caja de cambios. No habría más avisos: la avería se produciría en el giro vigésimo noveno. Hamilton heredaba la primera posición y no la soltaría hasta la línea de meta. Nico, que siempre ha llegado primero o segundo en todas las carreras de esta temporada hasta ahora, probó el amargo sabor del abandono de forma contundente.
LA DESEADA QUINTA POSICIÓN
Valtteri Bottas adelantaba a Sebastian Vettel en la vuelta trigésimo cuarta, justo antes de que el alemán entrara en boxes, y se aseguraba de nuevo un escalón en el podio, esta vez, segundo. Una gran actuación para él. Vettel, por su parte, saldría de boxes justo por delante de Fernando Alonso, y el español aprovecharía la menor temperatura de los neumáticos del Red Bull Racing para sobrepasarlo sin contemplaciones. Pero en cuanto las gomas del alemán cogieron temperatura, se pegó a él como una lapa. El duelo, por la quinta posición, fue de los más emocionantes que se recuerdan en los últimos años. Un Fernando Alonso con los neumáticos más desgastados y con problemas mecánicos en su Ferrari trataba de contener toda la fuerza desbordada de Vettel y su RBR. Las maniobras defensivas del español incluyeron trazadas diferentes, casi extrañas, para tratar de aprovechar cada milímetro del asfalto y hacer su coche más “ancho”. Cerró la puerta descaradamente en una serie de armas defensivas que desesperaron al alemán.
UN DUELO INOLVIDABLE
Alonso lo sabía: "Creía que me llamarían la atención en alguna ocasión", aseguraba tras la carrera con una sibilina sonrisa, consciente de la dureza de su pilotaje, que sin embargo los jueces consideraron completamente legítima, pese a las quejas de Sebastian, acusándole de no darle sitio suficiente. Las acusaciones a continuación fueron cruzadas y por el mismo motivo: usar el terreno fuera de la pista para salir más rápido de las curvas. Algo que ambos pilotos hicieron en numerosas ocasiones. Finalmente, a sólo cinco vueltas del final, el alemán lanzó su ataque definitivo: alcanzó a Alonso por el exterior en Brooklands, pues el español cerró el interior. Fernando no desistió y aguantó por delante encarando Luffield. Pero Vettel aprovechó que el Ferrari se había ido demasiado por el interior en la siguiente curva y se abrió consciente de que Woodcote era el lugar apropiado para hacer el interior definitivo. Ambos coches rodaron metros y más metro emparejados, con el Ferrari a escasos centímetros de distancia del RBR, ligeramente por delante. Las ruedas giraban endiabladas y ambos mantuvieron un pulso de infarto que ganó Sebastian Vettel. Un auténtico juego del gato y el ratón que ambos jugaron maravillosamente para regocijo del público. Y para todos los amantes de la Fórmula 1.
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