La disputa interna les cuesta el doblete a los hombres de Mercedes en Bélgica
Toto Wolff y Paddy Lowe se disparan en el pie sus propias flechas plateadas. Lo ocurrido en el Gran Premio de Bélgica no es más que la materialización de lo que todo el mundo sabía que, tarde o temprano, iba a pasar. Y ha sido Daniel Ricciardo quien mejor ha aprovechado la oportunidad. No está nada mal para un segundo piloto.
Ya en mayo, durante el Gran Premio de Mónaco, vimos que había una auténtica guerra civil en Mercedes. Fue hace seis carreras. Pero en realidad, desde que Lewis Hamilton fichara por Mercedes en 2013, estaba claro que a poco que el monoplaza plateado funcionara, el conflicto de intereses estaría servido. Es lo que tiene juntar a dos pilotos correosos en el mismo equipo. Algo que Ron Dennis era experto: meter a dos gallos de pelea en el mismo corral. Pero esta vez no han sido Ron ni McLaren. Esta vez ha sido Mercedes AMG F1 Team, escudería en la que Toto Wolff y Paddy Lowe no están acostumbrados a estos duelos fratricidas, y ya han puesto el grito en el cielo por lo ocurrido en el pasado Gran Premio de Bélgica, en Spa-Francorchamps. Las reuniones internas ya están siendo intensas para evitar que ocurra, por ejemplo, en 2007 con Hamilton y Alonso, cuando McLaren perdió ambos mundiales por no saber gestionar a sus pilotos en la pista.
UN CIRCUITO PROPICIO
El Gran Premio, a priori, se presentaba la mañana del domingo como otra fiesta de Mercedes, donde el podio plateado estaba al alcance de la mano para hacer otro doblete. La primera posición en la parrilla de Nico Rosberg, lograda magistralmente sobre un más que complicado trazado empapado, suponía una pequeña victoria para el alemán. Pero estaba claro queSpa es un circuito en el que los adelantamientos son mucho más factibles que en los últimos circuitos visitados. Así que el inglés iba a tener más que oportunidades para devolverle la jugada a su compañero de equipo. Lo que nadie en el muro de Mercedes esperaba era justo lo que iba a pasar.
ALONSO, NUEVA SANCIÓN
Al darse la salida a la vuelta de formación, los mecánicos de Ferrari seguían en la parrilla en el coche de Fernando. La explicación dada en un principio fue un tanto ambigua: "Un error humano en el procedimiento de salida con un componente también mecánico". Era cómo trataba de explicar vagamente Marco Mattiacci el fallo que iba a hipotecar la carrera del español antes incluso de apagarse los semáforos rojos. Más tarde supimos que su Ferrari tuvo problemas eléctricos que precisaron de una batería externa para poder arrancar su motor. Estaba claro que la penalización era inevitable. Y también pudo ser penalizado Lewis Hamilton, cuyo monoplaza estaba fuera del cajón reglamentario en la parrilla de salida, pero el inglés fue capaz de dar marcha atrás y enmendar el error a tiempo, por lo que se libró de la sanción.
HAMILTON SE PONE PRIMERO
Estaba claro que el inglés de Mercedes tenía muchas ganas de arrebatarle la primera posición a su compañero de equipo, y no tardaría en hacerlo: nada más darse la salida, Lewis tomó la delantera por el exterior y en el primer vértice de La Source ya estaba primero. Y no sólo eso: Sebastian Vettel se hacía con la segunda posición antes de llegar a Eau Rouge, así que Rosberg caía a la tercera posición, seguido por Fernando Alonso, Daniel Ricciardo y un Valteri Bottas muy inspirado, cuyo Williams estaba claro que iba a dar mucha batalla. Podría haber sido una carrera buena para Vettel, que en la recta de Kemmel se emparejó con Hamilton, pero lo echó todo por tierra en la frenada de Les Combes intentando superar por el exterior al Mercedes, y se salió de la pista hasta caer a la tercera por delante de Alonso. La maniobra de Vettel fue muy parecida a la que sólo una vuelta más tarde intentaría Nico Rosberg exactamente en el mismo lugar. No fue el único RBR que se salía de la pista en Les Combes en la primera vuelta: Ricciardo intentaba adelantar a Fernando Alonso, pero se pasaba de frenada y el español le recuperó la posición.
EL MOMENTO DECISIVO
El error de Vettel dejaba a Hamilton al alcance de Rosberg. Nico era rápido y quería aprovechar su velocidad cuanto antes. Al salir del Raidillon encarando la larga recta de Kemmel, Nico se pegó a su compañero de equipo para aprovechar su rebufo. Lewis cambió de trayectoria para tapar el interior y, al llegar a la frenada, Rosberg se despegó para tomar el exterior de la curva. En ese momento estaban casi emparejados, pero el alemán nunca se puso completamente en paralelo a Hamilton, quien tomó la trazada por delante. En la salida de Les Combes, Hamilton claramente estaba por delante de su compañero, cuya maniobra de adelantamiento estaba condenada al fracaso. Pero Nico no cedió y, cuando Hamilton se abría hacia el piano para encarar la siguiente curva, Rosberg no hizo ademán alguno para evitar el toque. Así que su alerón delantero golpeó el neumático trasero izquierdo de Hamilton, pinchándolo y dando al traste con su carrera. Hamilton no daba crédito a lo sucedido: "Le dejé mucho espacio, tomé la curva como siempre y sentí un golpe".
HAMILTON: "LO HIZO A POSTA"
Lewis no tuvo reparos en echarle las culpas plenas a su compañero de equipo, e incluso aseguró más tarde a los periodistas que el propio Nico Rosberg, durante las reuniones privadas del equipo, asumió su responsabilidad alegando que "lo hizo a propósito para marcar territorio" y que, si quisiera, "podría haberlo evitado". Delante de los micrófonos, Rosberg se sintió arrepentido por la maniobra, aunque no asumió su responsabilidad, pues lo consideró simplemente "un lance de carrera". Sin embargo, Rosberg tampoco defiende su inocencia con uñas y dientes, pues prefiere guardar silencio: "Buscaba el exterior. Es una lástima para el equipo, pero así son las carreras. No estaría bien que lo comentara ahora, hay que revisarlo". Y lo revisarán, y mucho, pueseste incidente ha propiciado una auténtica tormenta entre los directivos del equipo cuyas consecuencias, seguramente, veamos de ahora hasta el final del campeonato.
RICCIARDO, NO ESTÁ MAL PARA UN SEGUNDO PILOTO
La carrera de Hamilton quedó destrozada desde ese instante, pues su neumático se desintegró en las primeras curvas de un largo circuito que tuvo que recorrer a baja velocidad (regando de restos el circuito) para llegar a boxes y cambiarlo. El daño en el alerón delantero de Rosberg era claro, pues el alemán perdió ritmo inmediatamente. Aun así logró conservar su primera posición, pero sin lograr separarse del pelotón. Alonso perdía la tercera posición a favor de Ricciardo, que le sobrepasaba sin miramientos. Y sin miramientos se deshacía también Daniel Ricciardo de Sebastian Vettel en la quinta vuelta (no está mal para un segundo piloto…). Vettel tuvo un gran latigazo en la veloz Pouhon que el australiano aprovechó para ponerse segundo. El Williams de Bottas devoraba literalmente al Ferrari de Alonso en la octava vuelta y el español caía a la quinta posición que, junto con su penalización por el incidente de la parrilla, desmoralizaba a todo tifosi.
ASÍ PERDIÓ MERCEDES LA CARRERA
Cambiar el alerón le hacía perder unos siete segundos y demasiadas posiciones a Rosberg en la novena vuelta. Un momento que seguramente le hizo perder la carrera (llegó a meta segundo a 3,3 segundos de Ricciardo): "Tuvo que realizar la primera parte de la carrera con el alerón dañado", recalca Toto Wolff, que también explicó la última e inesperada parada. "Luego tuvo que hacer una parada adicional por el neumático delantero izquierdo". La suerte de Hamilton estaba claro que había terminado y, enfrascado en el pelotón, fuera de los puntos y en un circuito tan largo como este, la remontada era compleja. Así que el equipo tomó una dura decisión a cinco vueltas del final: "Esperábamos un coche de seguridad que pudiera beneficiarle, pero como no llegó le retiramos antes del final". Ahorrar el motor era fundamental.
WILLIAMS Y BOTTAS, UN PODIO MERECIDO
Las estrategias y las paradas para cambiar los neumáticos, como de costumbre, barajaron a los participantes y propiciaron algunos adelantamientos interesantes. Valteri Bottas continuó exprimiendo un monoplaza que respondía a sus exigencias en un día inspirado: "Sabíamos que en seco tendríamos mejor ritmo. El equipo ha hecho un trabajo perfecto". Bottas llegó hasta el tercer lugar, donde estaba su compatriota de Ferrari, Kimi Räikkönen, que aunque pudo retenerle en los primeros compases del duelo, no pudo soportar su presión las cinco vueltas que restaban para la línea de meta. Al mismo tiempo, Magnussen se lo puso muy difícil a Fernando Alonso a siete vueltas de la bandera de cuadros, tanto que el español se desesperó ante la férrea defensa del de McLaren y le recriminó su dura actitud, por no dejarle el espacio suficiente. Era sólo el aperitivo de lo que iba a pasar en las tres últimas vueltas, en un duelo al que se unieron Button y Vettel.
UN CUARTETO INOLVIDABLE
Cuatro correosos pilotos que animaron los últimos instantes de la carrera, con un Fernando Alonso desesperado por pasar a Magnussen que lo intentó en la recta de Kemmel al tiempo que doblaban a un Caterham. Los tres coches en paralelo llegaban a la frenada de Les Combes cuando Magnussen dio un volantazo para cerrar al Ferrari, sin dejarle el espacio suficiente a Alonso, que tuvo que salirse de la pista por la hierba a toda velocidad para evitar la colisión. Alonso perdió la posición con Button, pero la recuperó al poco, mientras todos se ponían nerviosos y se barajaban entre sí. Vettel superaba a Button y pronto haría lo mismo con Alonso cuando el español se abría demasiado en la bajada de Bruxelles a dos vueltas del final, empujado por Magnussen hasta fuera de la pista.
HASTA LA ÚLTIMA VUELTA
Al inicio de la última vuelta, Vettel lograría zafarse de Magnussen y ponerse quinto. Justo por detrás, Alonso intentaba al mismo tiempo su último intento por recuperar alguna posición, pero se equivocaría y en La Source tocaría la parte trasera del RBR de Vettel, por lo que rompía su alerón y le hacía salirse de la pista en Eau Rouge. Button le adelantaba fácilmente en Kemmel y Fernando sufría por completar esa última vuelta con el alerón delantero dañado. Pero lo conseguía en la octava posición, aunque los comisarios deportivos vieron claramente una acción ilegal en la defensa de Kevin, y después de la carrera sancionaron al de McLaren con veinte segundos, por lo que el español asciende a la séptima. Por delante, Ricciardo, Rosberg y Bottas entraban a meta sin complicaciones, escoltados por Räikkönen. Terminaba así una carrera polémica que aumenta la distancia de Rosberg al frente, pero que no cambia demasiado el panorama de ambos mundiales, que siguen dominados por las flechas de plata.
No hay comentarios :
Para comentar selecciona Nombre/Url.
Escribe tu nombre y tu comentario y listo calixto