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miércoles, 20 de agosto de 2014

Vituras de Goma: Los cateados para septiembre pasan el verano estudiando

Notasde-kimi
De los veranos de Virutas, sin duda el peor fue aquel en el que las monjas le recetaron trabajos forzados durante la canícula con cuatro asignaturas suspensas en C.O.U. ElCOUboy se coció el culo en un asiento de arpillera verde mientras las vecinas de enfrente, tres hermanas tetudas y pelirrojas, se arrojaban a su piscina sin la parte de arriba del bikini, mientras el mirón se mordía el labio de abajo pasando calor ante unos libracos muy coñazo. Latín, griego, literatura e historia. Esas fueron sus asignaturas que le quedaron para septiembre.
El primer mes tras el verano era entonces —y ahora— época de recuperaciones, pero en la F1 ocurre una cosa: en verano, en algunas de las aulas les quitan los libracos a sus estudiantes (abandonan el desarrollo de los coches) y esto tiende a sentar mal a algunos carreristas. La Formula 1 es un curso extraño... pero echemos un ojo a ver como andan los suspensos. Hoy las notas las da El Virutas, y hay tres casos que llaman la atención del señor profesor y por distintos motivos.
El primer suspenso del estío se lo vamos a endiñar a McLaren. No es una sorpresa que este año vayan na más que regular, aunque si que ha sido una sorpresa que vayan tan rematadamente mal. La marcha de Martin Whitmarsh, su legado, el aterrizaje de Ron Dennis de vuelta, el año de cascarillas con motorizaciones nuevas pero "de paso", la llegada de un rookie, el advenimiento de Honda, el fichaje de Eric Boullier, la —sospechamos— poca ayuda de Mercedes como proveedor del motor turbo por un solo año, la huida de Vodafone como pastaponedor... son muchas asignaturas de una sola tacada.
El caso es que el segundo equipo más laureado de la historia, los únicos que pudieron parar los pies del imbatible Schumacher, los que camparon a sus anchas por las pistas durante años sin que nadie les tosiera, pasan por ser el peor 'equipo Mercedes', sextos en la tabla de constructores, y con unos currutacantes cuatro veces menos puntos que Mercedes, equipo al que hasta hace poco casi despreciaban mirando desde arriba. McLaren necesita dar la vuelta a todo esto o se verán como Williams desde que les abandonó BMW: pasándolo verdaderamente mal. Chusco de pan duro para los de Woking y deseo de mejora. Si no consiguen a un piloto de campanillas para el año que viene, cosa complicada por lo que se ve, o el año que viene Honda les pone una central nuclear, o seguirán sufriendo.
El segundo suspenso que requiere cierto análisis es el de Frigodedo. Para los vettelistas más acérrimos VET era Dios al volante y por eso ganó cuatro títulos consecutivos. Para sus críticos, lo hizo por tener un coche superior. El Virutas siempre pensó que era un enorme piloto, que no perfecto, pero nunca hubiera alcanzado esas cuatro coronas sin un pepinaco. Por otra parte nunca supo —por falta de criterio, básicamente— cuanto mérito en esos cuatro entorchados se debía a Newey o a sus germanas manos. El tetrachampiñón se ganó sin duda alguna sus títulos, no olvidemos que los ganan pilotos con sus coches, no hay duda a este respecto, pero este año no está a la altura de alguien con ese bagaje. Llega Ricciardo, un chavea que aterrizó en la F1 cuando Sebas ya era Campeón y va y le pasa porncina a la primera de cambio. Vettel debería superarle como hizo con Webber y sin embargo el australiano lo está arrasando. Vettel calla, baja la cabeza, y sigue trabajando, aceptando los ligeros palos dialécticos que de vez en cuando le sueltan desde su propio equipo, los primeros, hablando de su falta de adaptación.
Vettel siempre padeció ante los cambios. Lo pasó mal con la llegada de los Pirelli, y lo pasó aun peor cuando estrecharon las gomas delanteras. Todo apunta a que el alemán funciona realmente bien cuando tiene un coche perfecto para él, algo que le ocurría a Prost en su época; cuando el monoplaza le iba como un guante, era inalcanzable. La parte buena para VET es que tradicionalmente se recupera muy bien tras el verano, y de hecho, dos de cada tres victorias durante la era de sus cuatro entorchados fueron conseguidas en la segunda mitad de la temporada. Irá a mejor, pero floja, muy floja su temporada. Barra de pan seco como un pedrusco de marmolina volando para Heppenheim.
Pero el premio gordo, el Cate del Año, se lo vamos a conceder a Kimi Mattias Raikkonen, no por ser un mal estudiante —ha sacado otros cursos con matrícula de honor—, sino porque ha traído un boletín de notas del que pocos padres podrían sentirse orgullosos. El finés padece el que puede ser el peor año rojo en décadas, sin una sola victoria, ni una pole, y con dos solitarios podiums por parte de su socio asturiano. El Hombre de Hielo se queja de que el nuevo sistema de frenado trasero directamente relacionado con el sistema de recuperación de energía se le atraganta, pero precisamente RAI se caracterizó durante años de adaptarse a un camión de bomberos o una carretilla elevadora para hacerlas rápidas de manera instantánea, no en vano llegó hasta a ganar una carrera en 2009 con el imposible Ferrari F60.
Kimi tuvo un buen coche en su primer año de Lotus y le fue mejor que bien: ganó una carrera, subió seis veces más al cajón y levantó cerca de ocho minolles de leuros en bonus gracias a los 207 points que rebañó. El año siguiente le fue algo peor en una escudería a la que empezaba a entrarle agua por las juntas... pero lo de este año es un espanto. Su ratio de puntos apenas roza el 20% del equipo rojo y su compañero va camino de quintuplicar su puntuación, un sexto en Hungría ha sido su mejor cosecha. Iceman va a ser papá dentro de poco y todo apunta a que repetirá en Ferrari el año que viene, pero desde luego, no es el que era. Algo ha cambiado y no para bien, precisamente. Saco de bollos del que se le echa a las gallinas para el futuro padre; el crío llegará con panes debajo del brazo, pero secos como la mojama.
Tras Spa llega septiembre, época de recuperaciones, ¿no? Pues a rehabilitar, porque en la F1, los repetidores no sólo no están bien vistos, sino que incluso pueden ser expulsados del instituto. Será complicado que los de esta lista pierdan pupitre para el próximo curso, pero sin resultados contantes y sonantes, el valor decrece, se deprecian, y el futuro... se nubla.

PD: El Virutas aprobó sus cuatro asignaturas, la Selectividad, el carnet de conducir y empezó a currar en una emisora de radio.  No existe el agujero del que no se pueda salir.

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