Golpe sobre la mesa de Nico Rosberg
Decepcionante fin de semana para los pilotos
españoles en su GP local, aunque las esperanzas ya están renovadas para
el GP de Mónaco. Nico Rosberg –paralelamente- se exhibió en el Circuit
de Barcelona-Catalunya con un Hamilton peleón por detrás que pudo
deshacerse de Vettel con ejemplar maestría. Desafortunadamente, nos
arriesgamos a decir que la edición 25º en Montmeló no será especialmente
recordada para el resto de la historia.
La 25º edición del GP de España en Montmeló no dejó todo el
espectáculo que los pilotos españoles nos tenían acostumbrados hasta la
fecha, dado que diversos problemas mecánicos dejaron KO a los tres
locales. La FIA no quiso ser protagonista, y aunque es verdad que no
tuvieron demasiado trabajo –en relación a anteriores Grandes Premios-,
tanto la dirección de carrera como los comisarios de la misma se
comportaron muy notablemente ayer.
Pirelli, por su parte, no arriesgó (aunque comunicaron que a partir de ahora arriesgarían con compuestos más blandos) con la elección de gomas que resultó ser súper dura. Los blancos y los naranjas fueron incompatibles con el espectáculo de la variedad de estrategias ayer en Barcelona.
Los frenos de Fernando Alonso dijeron basta en la curva 1 del Circuit justo después de su primera parada –después de uno de los mejores primeros stints de la parrilla. Escasos momentos más tarde, Fernando decía que casi jugó "a los bolos con mis mecánicos" por no poder frenar su McLaren-Honda –así de irónico- en la parada en boxes. ¿Resultado? Abandono.
Gracias a los fallos de estrategias de otros equipos como Toro Rosso, Red Bull o Lotus, el bicampeón español rodaba en zona de puntos (8º) antes de la parada. Así que el aficionado podría aventurarse a decir que el coche de Woking muestra mejoras. En esta línea, Alonso ha dado un mensaje de ánimo en la llegada del próximo GP: en Mónaco.
Por otra parte, Carlos Sainz Jr pudo sumar un punto después de un estrepitoso ridículo ritmo del motor Renault del cual su Toro Rosso se alimenta. Olvidándose rápidamente de una estratosférica 5º plaza, Sainz compitió muy maduro en su primer GP local, pudiendo robarle un punto a su compañero de equipo; y posteriormentemantenerle el pulso a un Red Bull (Daniil Kvyat) hasta el toque y adelantarle. Otro golpe sobre la mesa del madrileño.
Roberto Merhi, por su parte, pudo concluir la carrera a una vuelta de diferencia de su compañero de equipo –por delante-, Will Stevens. Teto sigue peleándose con su impracticable Manor, ahora sin saber si el equipo británico cuenta con él para las próximas citas. Esperemos que no solo le confirmen, sino que realmente peguen un salto cualitativo.
Por adelante, sin embargo, poco varían los cánones –liderados ampliamente por Mercedes. Nico Rosberg se paseó por Barcelona como si fácil fuera, mientras que Lewis Hamilton demostró que hoy podría ser el más rápido con una estrategia bastante peor que la de sus rivales directos.
Así, los Ferrari tuvieron una decepcionante carrera. Sebastian Vettel atascado detrás de Hamilton y Kimi Raikkonen peor, al tener que ver el alerón trasero del Williams de Valtteri Bottas más de lo que le hubiera gustado a Iceman.
La vida sigue en el Mundial de Fórmula 1 en su aterrizaje a Europa, y antes de llegar al paréntesis de la naturalidad en Mónaco, las cosas siguen su cauce: con unos Mercedes intratables; unos Ferrari y Williams a la caza y captura; y con el resto de equipo casi arrastrándose por los circuitos en busca de competir contra los punteros, con la irregularidad típica de la parrilla media-inferior.
Pirelli, por su parte, no arriesgó (aunque comunicaron que a partir de ahora arriesgarían con compuestos más blandos) con la elección de gomas que resultó ser súper dura. Los blancos y los naranjas fueron incompatibles con el espectáculo de la variedad de estrategias ayer en Barcelona.
Los frenos de Fernando Alonso dijeron basta en la curva 1 del Circuit justo después de su primera parada –después de uno de los mejores primeros stints de la parrilla. Escasos momentos más tarde, Fernando decía que casi jugó "a los bolos con mis mecánicos" por no poder frenar su McLaren-Honda –así de irónico- en la parada en boxes. ¿Resultado? Abandono.
Gracias a los fallos de estrategias de otros equipos como Toro Rosso, Red Bull o Lotus, el bicampeón español rodaba en zona de puntos (8º) antes de la parada. Así que el aficionado podría aventurarse a decir que el coche de Woking muestra mejoras. En esta línea, Alonso ha dado un mensaje de ánimo en la llegada del próximo GP: en Mónaco.
Por otra parte, Carlos Sainz Jr pudo sumar un punto después de un estrepitoso ridículo ritmo del motor Renault del cual su Toro Rosso se alimenta. Olvidándose rápidamente de una estratosférica 5º plaza, Sainz compitió muy maduro en su primer GP local, pudiendo robarle un punto a su compañero de equipo; y posteriormentemantenerle el pulso a un Red Bull (Daniil Kvyat) hasta el toque y adelantarle. Otro golpe sobre la mesa del madrileño.
Roberto Merhi, por su parte, pudo concluir la carrera a una vuelta de diferencia de su compañero de equipo –por delante-, Will Stevens. Teto sigue peleándose con su impracticable Manor, ahora sin saber si el equipo británico cuenta con él para las próximas citas. Esperemos que no solo le confirmen, sino que realmente peguen un salto cualitativo.
Por adelante, sin embargo, poco varían los cánones –liderados ampliamente por Mercedes. Nico Rosberg se paseó por Barcelona como si fácil fuera, mientras que Lewis Hamilton demostró que hoy podría ser el más rápido con una estrategia bastante peor que la de sus rivales directos.
Así, los Ferrari tuvieron una decepcionante carrera. Sebastian Vettel atascado detrás de Hamilton y Kimi Raikkonen peor, al tener que ver el alerón trasero del Williams de Valtteri Bottas más de lo que le hubiera gustado a Iceman.
La vida sigue en el Mundial de Fórmula 1 en su aterrizaje a Europa, y antes de llegar al paréntesis de la naturalidad en Mónaco, las cosas siguen su cauce: con unos Mercedes intratables; unos Ferrari y Williams a la caza y captura; y con el resto de equipo casi arrastrándose por los circuitos en busca de competir contra los punteros, con la irregularidad típica de la parrilla media-inferior.
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