Los neumáticos dictaron sentencia en Silverstone
Analizamos en profundidad el Gran Premio de Gran Bretaña y desgrana los secretos de las estrategias que vimos en el Circuito de Silverstone donde los neumáticos marcaron el ritmo de la carrera.
El Gran Premio de Gran Bretaña de 2013 será recordado por varios fallos catastróficos de los neumáticos sufridos por cinco de los competidores que tuvieron un reflejo inevitable en la forma en que se desplegó la estrategia. Pese a que un fallo de su neumático fue la razón de que Lewis Hamilton no ganase la carrera, y un problema de caja de cambios impidió el triunfo de Sebastian Vettel, no hay duda de que las posiciones tras el ganador Nico Rosberg se decidieron por la estrategia en las últimas vueltas.
Dos coches de seguridad tuvieron su papel a destacar, como también lo tuvo un inevitable sentido de prudencia por parte de los equipos al decidir su estrategia para responder a los gravísimos problemas que estaban presentando los neumáticos.
EXPECTATIVAS PREVIAS
Aunque Sergio Pérez tuvo un reventón en el neumático trasero izquierdo en los últimos entrenamientos libres, el sábado por la mañana, nadie podía sospechar que esto fuera a ser protagonista de la carrera. Los equipos se perdieron los Libres 1, el viernes por la mañana, por la lluvia, pero se las arreglaron para probar bastante en seco en la sesión de la tarde y hacerse una imagen decente del comportamiento relativo de los compuestos medio y duro para la carrera.
Las predicciones indicaban que ir a dos paradas sería cinco segundos más rápido que ir a tres, pero la diferencia era muy pequeña. Yendo a tres paradas los pilotos podrían apurar al máximo, mientras que para ir a dos habría que gestionar los neumáticos. Había mucho margen para permitir cambios de estrategia, pero para una carrera a tres paradas perfecta se tendría que entrar al primer cambio sobre la vuelta 10, mientras que el objetivo para los que iban a dos paradas era la vuelta 14.
Vista trasera de la salida del GP de Gran Bretaña
CAMBIO DE TERCIO
El espectacular reventón de Hamilton en la vuelta ocho de la carrera hizo sonar las alarmas y luego un fallo idéntico en el coche de Felipe Massa dos vueltas más tarde terminó por cambiar el panorama. Se convirtió en intentar sobrevivir y minimizar el riesgo de sufrir un problema similar y eventualmente no terminar la carrera. Muchos pilotos montaron los duros, pero llamó la atención que los dos Force India, los dos Williams y Jenson Button optaran por los medios. Aparte de Paul Di Resta, todos estos pilotos iban a dos paradas y claramente no veían un riesgo a esas alturas.
En los boxes mientras tanto había mucha acción; se envió un mensaje a todos los equipos para que aumentasen la presión de los neumáticos como precaución. En condiciones ideales, estos neumáticos deben hincharse a 19psi, pero algunos equipos los habían dejado más bajos para aumentar el agarre y la temperatura. Pero había la sospecha de que esto contribuía a los reventones, con los pilotos atacando los pianos con agresividad y las altas cargas de las numerosas curvas rápidas de Silverstone.
Varios atendieron la sugerencia de aumentar la presión y de evitar los pianos y otros no lo hicieron.Los ingenieros fotografiaban la cara interna de los neumáticos que quitaban de los monoplazas y los comparaban con otros para ver la mejor manera de manejarlos. En un momento así, los ingenieros veteranos siempre se fiarán de lo que hayan aprendido de los entrenamientos libres, prepararán un plan seguro y lo seguirán. La estrategia para el resto de la carrera se decidió así. Aunque hubo otro factor, que entró en juego y ayudó a decidir el resultado de la carrera: los coches de seguridad.
El safety car en pista
COCHE DE SEGURIDAD: UN ARMA DE DOBLE FILO
El director de carrera de la FIA, Charlie Whiting, dijo que estuvo cerca de parar la carrera y varios equipos se sorprendieron de que no lo hiciera. En todo caso, sacó dos veces el coche de seguridad: una para limpiar restos de la pista tras un reventón y otro porque el Red Bull de Vettel se había detenido en un punto peligroso.
A propósito, con su compañero Mark Webber recuperando el tiempo perdido tras una salida pobre, cuando el alemán dejó el monoplaza donde lo dejó (en la recta de meta) y provocó la salida de los coches de seguridad, lo que compactó el grupo, y ciertamente ayudó al australiano a volver a la pelea. Estaba 14,5 segundos por detrás de Rosberg en ese momento. Pero el safety car le permitió acercarse y, tras la resalida, competir por la victoria en las últimas vueltas.
El problema con sacar el coche de seguridad a pista es que los coches de F1, que van como de paseo tras el de seguridad, pierden rápidamente temperatura y presión en los neumáticos, aumentando el riesgo de nuevos reventones. Whiting lo sabía cuando los sacó, pero no tenía otra opción ya que había otras prioridades de seguridad en ese momento que requerían la intervención del safety car.
Safety car en pista mientras los comisarios limpian la pista
El segundo coche de seguridad arruinó las carreras de Kimi Raikkonen, Adrian Sutil y Daniel Ricciardo, todos ellos con estrategias a dos paradas. Se mantuvieron fuera con los neumáticos viejos, mientras Webber, Rosberg y Alonso entraban, así que los que iban a dos paradas serían vulnerables en las últimas vueltas frente a quienes llevaban ruedas más nuevas.
Raikkonen preguntó a su equipo por radio sobre la decisión de mantenerse fuera y el equipo se disculpó con él por el error. Iba segundo en ese momento y podría haber aprovechado la oportunidad de montar un juego de neumáticos nuevos, con una penalización en tiempo mínima, como hicieron los otros de cabeza. Acabó quinto, estableciendo un nuevo récord de carreras consecutivas entrando en los puntos (25 Grandes Premios).
Tras el safety car, lo más seguro es hacer entrar al piloto y montar un nuevo juego de neumáticos con más presión, que te dará la mejor opción de terminar la carrera sin incidentes, incluso aunque pueda penalizar algo tu rendimiento por llevar los neumáticos demasiado duros.
BUENA Y MALA SUERTE PARA ALONSO
Alonso tuvo la suerte de que el problema que sufrió con los neumáticos fue cuando entraba a boxes, así que no arruinó su carrera. Pero es un caso de estudio interesante por las razones equivocadas en las últimas vueltas. Iba cuarto tras Rosberg, Raikkonen y Webber, cuando Vettel abandonó al final de la vuelta 41, pero ya estaba a punto de hacer su parada.
Entró mientras los demás iban a velocidad de carrera, luego al volver el safety car estaba en pista, así que tuvo que completar la vuelta a la velocidad de control, reducida, Mientras tanto, sus rivales, ahora por delante de él, pudieron entrar en boxes al final de la vuelta, perdiendo menos tiempo ya que todo el paquete circulaba más lento, y volvieron a pista por delante de él, junto con pilotos como Sutil y Ricciardo, que no habían parado.
Fernando Alonso, tercero en el podio de Silverstone
Alonso cayó al octavo puesto y tuvo que dar su mejor versión para pelear por la remontada y terminar tercero, reduciendo en 15 puntos la ventaja con Vettel en el Campeonato de Pilotos.
HISTORIA DE LA CARRERA - GRÁFICO CORTESÍA DE WILLIAMS F1 TEAM
Nota: los periodos de safety car (marcado en marrón) se han adaptado para facilitar la consulta del gráfico. Observad el diferente ritmo en el último stint entre los monoplazas que iban a dos paradas -como Raikkonen, Sutil y Ricciardo-, y los que iban a tres. Y comparadlo con el de Hamilton, ¡que también iba a dos paradas!
Gráfica cortesía de Williams
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