Todo sobre el primer Gran Premio de la temporada
¿Quién dijo ruido? El motor de un Fórmula 1 a
su máxima velocidad es música después de un invierno de silencioso
frío. Vuelve a arder el asfalto con la primera carrera de la temporada,
el Gran Premio de Australia. Es hora de limpiar las viseras, ajustarse
los cinturones y, sobre todo, pisar a fondo el acelerador. Esto es
Fórmula 1; volvemos a la carga en Melbourne.
MELBOURNE TIENE UN COLOR ESPECIALHace
dieciséis años Jacques Villeneuve estuvo a punto de ganar en su primera
carrera en Fórmula 1. El canadiense logró la Pole el sábado y sólo una
avería en su monoplaza le obligó a ceder la primera posición a su
compañero de equipo, Damon Hill. Pero Jacques no sólo asombró entre el
público y los expertos; Melbourne, también. El circuito Australiano
cogió el relevo del urbano de Adelaida, y desde entonces no ha faltado a
la cita. Y, tanto tiempo después, sigue siendo ese desconcertante
desafío en mitad de un parque público. Por alguna extraña razón, a los
europeos más tradicionales nos sigue encantando madrugar para ver la
primera carrera del año; todo es tan inusual: el horario, los tonos
anaranjados colándose por entre las ramas de los abundantes árboles, las
luces y sombras que atraviesan los coches a toda velocidad y son una
delicia para los fotógrafos… Todo es tan diferente al resto del mundial
que nos termina enamorando. Porque un circuito también lo forma el
ambiente que lo rodea, los cercanos muros que obligan a afinar la
puntería de los pilotos, las escapatorias todavía de tierra, arena o
grava… Melbourne sigue siendo especial. Este fin de semana los pilotos
darán cincuenta y ocho vueltas a un trazado de 5,3 kilómetros de
longitud. Aquél 1996 fue la última vez que un Williams triunfó
en Australia, de la mano de Damon Hill y con Jacques Villeneuve en el
segundo escalón del podio tras conseguir en su debut la Pole, la vuelta
rápida y haber liderado la carrera hasta muy cerca del final. Este año ya no tendremos a Frank para ver a Bruno Senna
luchando en el pelotón con su monoplaza, pero la esencia de la Fórmula 1
resucitará para volver a alimentar nuestra pasión por este deporte.
LOS SUSTITUTOS DE LOS DIFUSORES SOPLADOS
La temporada 2012 de Fórmula 1 recibe este fin de semana su banderazo de salida, pero la carrera de Australia será sólo un aperitivo de lo que llegará en los próximos Grandes Premios. La necesidad de recuperar carga aerodinámica tras la prohibición de los difusores soplados ha despertado el ingenio de los equipos grandes, que han probado diversas soluciones para dirigir sus ‘humos’ hacia la parte trasera de su monoplaza, pese a las restricciones, y generar apoyo. Ferrari probó al menos cinco configuraciones de escape antes de viajar a Australia, Red Bull presentó una evolución completa en el penúltimo día de pruebas y McLaren también experimentó. Combinar los gases calientes de escape con la canalización de aire frío desde el frontal del monoplaza es la nueva obsesión de los ingenieros. Y es que, si los difusores soplados fueron la clave para entender la pasada temporada, este año también tendremos que mirar a la trasera, pero para encontrar soluciones que hoy son sólo proyectos en los ordenadores de los departamentos de diseño. La solución más ingeniosa, la que consiga recuperar la máxima carga aerodinámica en el eje trasero tras la modificación del reglamento, se llevará un premio muy suculento, acaso la victoria a final de año.
La temporada 2012 de Fórmula 1 recibe este fin de semana su banderazo de salida, pero la carrera de Australia será sólo un aperitivo de lo que llegará en los próximos Grandes Premios. La necesidad de recuperar carga aerodinámica tras la prohibición de los difusores soplados ha despertado el ingenio de los equipos grandes, que han probado diversas soluciones para dirigir sus ‘humos’ hacia la parte trasera de su monoplaza, pese a las restricciones, y generar apoyo. Ferrari probó al menos cinco configuraciones de escape antes de viajar a Australia, Red Bull presentó una evolución completa en el penúltimo día de pruebas y McLaren también experimentó. Combinar los gases calientes de escape con la canalización de aire frío desde el frontal del monoplaza es la nueva obsesión de los ingenieros. Y es que, si los difusores soplados fueron la clave para entender la pasada temporada, este año también tendremos que mirar a la trasera, pero para encontrar soluciones que hoy son sólo proyectos en los ordenadores de los departamentos de diseño. La solución más ingeniosa, la que consiga recuperar la máxima carga aerodinámica en el eje trasero tras la modificación del reglamento, se llevará un premio muy suculento, acaso la victoria a final de año.
TODOS CONTRA RED BULL La buena noticia es que, en
el proceso, sucesivas evoluciones pueden cambiar el equilibrio entre
los equipos punteros, al estilo de la temporada 2010. Es una aplicación
más de una teoría muy manida, en éste y en otros deportes: la
variabilidad en las normas, la meteorología o el compuesto de los
neumáticos tiende a generar sorpresas. Claro que, al mismo tiempo, otra
teoría afirma que los poderosos se adaptan mejor y más rápidamente a los
cambios, así que Red Bull tiene muchos números de dar con la ‘solución
mágica’ antes que nadie para prolongar su férreo mandato.
Porque, seamos francos, la mayoría de los aficionados espera que
alguien, quien sea, acabe con el dominio de los furiosos toros rojos.
Son la comidilla del paddock, de los periodistas y de los aficionados en
los bares: “¿Este año qué, otra vez Red Bull?”, se escucha entre gestos de sopor y pesadez de estómago. Pero
la escudería de Christian Horner ya ha logrado crear un nutrido grupo
de aficionados incondicionales, de fanáticos que disfrutan de sus
victorias; sí: tienen sus propios tifosi. Y sólo los grandes
pueden presumir de ello. Algo que no hará mucha gracia en Maranello,
donde su F2012 fue diseñado desde el inicio sin pensar en los difusores
soplados, lo cual influye en una infinidad de cálculos de dinámica de
fluidos.
FERRARI ¿EVOLUCIONAR O REVOLUCIONAR? Los
italianos querían abandonar su tradicionalismo, pero a priori su
monoplaza no ha sido ni tan radical ni tan efectivo durante el invierno.
Aun así, han abandonado el concepto del decepcionante monoplaza del año
pasado en busca de nuevas ideas. El resultado implica más velocidad si
todo funciona bien, pero con una ingente labor de evolución y pruebas
prácticas que certifiquen lo que funciona en el túnel de viento. El
F2012 invierte su esquema de suspensiones en los dos ejes respecto a su
predecesor –cambia empujadores por tirantes–, algo clave en la
construcción aerodinámica del coche. Cinco configuraciones de
escape, incontables pasadas a velocidad constante, sensores, mucha
parafina y hasta cincuenta ítems de prueba por cada jornada de pruebas
resumen el maratoniano esfuerzo del ‘cavallino’ por ser competitivo
desde el inicio del nundial. En pretemporada no brillaron
precisamente, y necesitarán más tiempo para extraer todo su potencial,
pero quien no apuesta tampoco gana, y en Maranello han arriesgado con el
‘doble o nada’.
MUCHO MORRO EN EL RB8
Si hemos retrasado a estas alturas el tema de los morros, es porque
precisamente creemos que serán una mera anécdota con pequeña influencia
en los monoplazas. Al menos, en la mayoría de ellos. Y es que donde casi
todos sólo vieron un problema que resolver con un antiestético escalón,
Adrian Newey vio una nueva oportunidad: el llamado 'buzón', una toma de aire cuya función aún no está clara.
El RB8 es un coche gestado con tiempo y calma por un Newey deificado
hasta por sus rivales. Los tiempos acompañaron desde el principio, en
tandas cortas y largas, y también fueron los primeros en simular
carreras enteras. Sin embargo, en la última semana de pruebas llegó la
experimentación: muchas horas en boxes sin rodar y ensayos con parafina
en los alerones, difusor y suelo para evaluar mejoras que, crono en
mano, no tuvieron un impacto considerable. Tampoco la trasera remozada
–escapes y pontones– que presentaron el penúltimo día de pruebas. ¿Les
podrá la presión del favorito? Pese a todo, creemos que no. El título
es el único objetivo. Y por algo siguen siendo los favoritos.
LOS ALEMANES, AL ACECHO
Sólo
habrá un morro diferente en cuanto a concepto en la parrilla: McLaren.
En Woking hay hambre de victoria. Dos años de medias tintas, de luces y
sombras, han alterado a Lewis Hamilton –para regodeo de su compañero Jenson Button–
y este año sólo vale la victoria. Su arma, el MP4-27, utiliza una
configuración de morro bajo, sin el antiestético escalón, y ha sido uno
de los coches más ‘peligrosos’ de la pretemporada, tanto por su
velocidad como –sobre todo– por su consistencia en simulación de
carrera. La continua y abundante presencia de sensores augura prontas
evoluciones que, de hecho, empezaron a verse en las últimas dos jornadas
de pruebas, con la eliminación de la bandeja o ‘quitanieves’ ubicada en
el modelo original debajo del morro para canalizar los flujos de aire.
Están en todas las quinielas, y con toda la razón. Por detrás de ellos, según las predicciones, Mercedes. El tiburón a punto de despertar.
Son como un tanque que poco a poco se va abriendo paso, sólidamente,
paso a paso. El W03 puede dar la campanada si el equipo logra controlar
la degradación de los Pirelli. Su objetivo pasa más bien por acercarse a
Ferrari y, a la vista del trabajo en las pruebas, es una meta realista.
Quizá Schumacher esté ahora mismo sonriendo.
KIMI HA VUELTO En la larga lista de novedades respecto a equipos y pilotos, destacamos a Bruno Senna en Williams, ahora motorizado por Renault. El ritmo del FW34 no sorprende, aunque Pastor Maldonado destacara con los superblandos. En ritmo de carrera superó por poco a Caterham,
con el que comparte motor. Bruno Senna afronta su ultimátum como piloto
de F1, al tiempo que Frank Williams abandona el consejo de dirección
del equipo que él mismo fundó. Por su lado (cómo olvidarnos), el regreso
de Kimi Räikkönen quizá no haya sido tan sonado como el de Michael Schumacher, pero entre los aficionados sigue siendo esa esperanza por darle picante a una parrilla adormilada. Con Lotus estará
lejos de los resultados logrados en Ferrari, pero no cabe duda que dará
mucho juego envuelto en las luchas del pelotón. En cualquier caso, el
equipo no parece prometerle grandes alegrías al finlandés campeón
mundial: un fallo estructural en la suspensión delantera ha privado al
equipo de una pretemporada normal –perdieron tres días en Barcelona–.
Aun así, el E20 cuida las gomas y es rápido. De hecho, Kimi ha
sido el hombre más rápido en las pruebas, propulsado también por su
ambición: quiere apabullar en su retorno a la F1. ¿Tendrá mejor suerte que Schumacher en su regreso?
AL FONDO DEL PELOTÓN El pelotón se cierra con escuderías tan asentadas como Sauber (con el agresivo Kamui Kobayashi y un ‘Checo’ Pérez
que se juega su fichaje por Ferrari en 2013) y otras tan nuevas como
Caterham, escudería que en realidad debutó en 2010 y que ahora se
rebautiza. Petrov logró ocupar el asiento de Trulli a
base de rublos en el último momento, pero eso no evitará que tenga que
demostrar su valía frente a los últimos equipos de la parrilla. Peor lo
tiene el equipo HRT:
el F112 ha logrado llegar a Australia pese a la enorme premura de
ejecución de un proyecto que tiene poco que ver con el que vimos en los
dos años anteriores. Más de un 80% del personal del equipo dirigido por
Luis Pérez-Sala es nuevo. También estrenan sede, herramientas, camiones…
pero, al fin, están en la pista. Pedro de la Rosa ya sonríe. En Force India,
excepto por una salida de pista del probador Bianchi en Jerez, la
pretemporada ha sido impecable a la luz de su programa de trabajo y el
comportamiento del VJM05 en pista. Respecto a Toro Rosso, el STR7, con sus escapes encarados hacia los triángulos de suspensión para ganar carga, hereda el trabajo de evolución de Sébastien Buemi y Jaime Alguersuari, aunque ninguno de ellos esté al volante ya.
Más patente aún queda la inversión de la sociedad árabe IPIC a través
de la petrolera Cepsa, también de origen español. Por último, el
proyecto del multimillonario Richard Branson (ese extraño personaje que
sonreía melena al viento al lado de Ross Brawn cuando ambos ganaban
carrera tras carrera en 2009) se ha quedado como uno de los menos
estables de la parrilla. Tras vender la escudería Virgin Racing y
rebautizarla como Marussia,
Branson ve cómo su sueño de triunfar en la Fórmula 1 se va a pique.
Este año, la salida de Nick Wirth como diseñador ‘visionario’ y las
trabas del MR01 con las pruebas de choque son lastres serios para
Marussia en su carrera por escapar de la última línea de parrilla.
Probaron en Jerez el antiguo MVR02 y desertaron de la última semana en
Barcelona, antes de fichar como probadora a la española María de Villota. Y es que la lucha también es dura al fondo del pelotón.
PREVISIONES SOBRE MELBOURNELa carrera de
Australia se presenta, como cada año, como una auténtica incógnita. La
magia de Melbourne es que, a las dudas lógicas de una nueva temporada en
ciernes, hay que añadir un circuito inusual. Todo se mezcla y la
combinación puede ser rocambolesca. Y si encima llueve, más todavía: “El tiempo puede ser variable”, asegura Mark Gillan, de Williams. “Y según las primeras previsiones, este año no será una excepción”.
La clave será controlar los neumáticos Pirelli, pues al ser un circuito
urbano, la pista irá mejorando a lo largo de los días, desde el mismo
viernes hasta la carrera del domingo. Las abundantes curvas de
alta velocidad y las rectas hacen que el consumo de combustible sea
elevado, por lo que la carga en la salida es más alta que el resto del
año, lo que supone una presión extra para los ya de por sí
castigados frenos. Pirelli llevará los neumáticos amarillos blandos y
los blancos medios. Según Paul Hembery, director deportivo de Pirelli,
esta será “una de las carreras más impredecibles de la temporada”.
TANTO POR CONTAR...Empieza aquí una temporada de
veinte carreras (dos en España), seis campeones mundiales sobre el
asfalto (que suman catorce cetros en total), el regreso de Estados
Unidos al calendario y muchas preguntas por resolver. El piloto de
Ferrari Fernando Alonso reconoce que desconoce dónde está ahora mismo en comparación con los rivales, pero sí sabe una cosa: “En qué dirección tenemos que ir para desarrollar el monoplaza. Y eso es muy importante”, asegura en el blog de su equipo. “Hay
que apretar los dientes en las primeras carreras y darlo todo para
sumar puntos. Cuando sepamos dónde estamos, nos pondremos objetivos más
concretos”. Esa ausencia de objetivos a estas alturas se debe,
asegura, a la falta de entrenamientos durante el invierno. Y es que la
limitación de la FIA sigue suscitando críticas. Alonso no iba a ser
menos: “Pedidle a Nadal que use una raqueta nueva a seis días de un partido. Necesitamos más entrenamientos”,
asegura el ovetense. En cualquier caso, Fernando Alonso ya se está
preparando a conciencia en Australia: el martes, veintidós kilómetros
corriendo, dos horas de tenis y una de gimnasio, como él mismo informa
en una red social. Una maratoniana jornada que repetirá a lo largo de la
semana, antes de que le dejen subirse a su F2012 para intentar, aunque
difícil lo tiene, conseguir su tercer título mundial. Nosotros también
hemos entrenado a conciencia, y arrancamos una nueva temporada con
vosotros, con la misma o más pasión, ilusión y ganas por marcar la Pole.
Caballeros, enciendan sus motores.
La verda dque va a ser una carrera genial, lo mejor de la f1 en una sola carrera y creo que no llegare a verla porque estoy atascado en la ecosport en un embotellamiento
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