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viernes, 11 de mayo de 2012

¿ ES CARA LA FORMULA 1 ?

Psicólogos, psiquiatras y pensadores del corte de Paulo Coelho y sus derivados están de acuerdo a pesar de provenir de diversas faunas: la felicidad no proviene de las pertenencias sino de las experiencias, y asistir a una carrera de Fórmula 1, si eres aficionado, es una de las mejores que te puedes permitir… ¿permitir?

¿La Fórmula 1 es cara? Bueno… No es tremendamente democrática, pero seguro que hay un sitio para ti

Cada cual es muy libre de gastarse los dineros que con su esfuerzo se gana, y el ir a una carrera es un deseo que podrás cumplir o no en función de tus posibilidades. Todo es relativo, y habrá a quien los 5.490 leuros que le puñalean la buchaca en Mónaco a cambio del pase megaVIP del Paddock Club de Mónaco le parecerá una ganga, mientras que otros sudarán frío al aflojar los 29 que te piden en Valencia para asistir a los Libres del viernes en su Street Circuit (este es el precio mínimo que hemos encontrado en la lista de precios de todos los gepés de esta temporada).
Son los propios viruteros los que en muchas ocasiones inspiran cosas como la que lees, y uno, ciertamente mosca con los precios de Bernie se quejaba amargamente por el tuister de lo caro que le resultaba la vida y asistir a una prueba. No defenderemos lo barato de pasar por taquilla, pero si el ingenio y posibilidades al que acuden los diversos organizadores a la hora de hacer caja.
Hemos viajado a todas las taquillas del calendario, hemos hablado con las taquilleras, y hemos descubierto que el Gran Premio más barato de todos es el de India, al que puedes acceder a todas las jornadas a cambio de 61 leuros. En Corea, te dan lo mismo a cambio de 83. Por diez más, puedes ir -a nuestro entender- a probablemente la mejor experiencia de todas: Monza, donde a cambio de 93 leuros te lo puedes pasar bomba. Y ojo, sorpresón: aún quedan entradas en Mónaco a… ¡¡¡82 Leuros!!! ¿El Principado caro? pues lo disimulan mal.
Esto de las carreras es un show, un espectáculo, un objeto inmaterial de consumo, e ir o no ir es decisión de cada cual. Donde mejor se ve una carrera, es, de largo, en la tele… es más, hay hasta un tío que te lo explica y es gratis. Ahora bien, si lo que quieres es vivirla, no hay nada como irse a un circuito y verlo, olerlo, oírlo y casi tocarlo. Es como cuando en el cole te decían: "me he tirado a una tía y no me veas como es". Tú te enterabas cuando te estrenabas, claro, porque… ¿como se explica eso? No, no se puede. Quedas siempre como un cretino cuando lo intentas y la gente te mira como si fueras un marciano. Pues con una carrera de F1 pasa un poco más o menos lo mismo, así que si quieres enterarte, es mejor que vayas y lo veas.
No, la F1 no es una afición baratunis, pero creemos que si es asequible. Cada circuito tiene una fisonomía, unas posibilidades, unos volúmenes de negocio, un público… y unos precios. Ecclestone da vía libre a cada organizador local a la hora de fijar precios, así que es el circuito y su promotor el encargado de decir lo que vas a pagar, y tras una pequeña investigación nos hemos llevado alguna sorpresa: entre 98 y 180 leuros puedes asistir a una carrera de F1. No sólo esto, sino que hay posibilidades incluso de que financies tu entrada sin intereses y tengas otro tipo de regalitos. Del resultado de la taquilla tendrán que pagar el Bernicanon y las cuentas deberían cuadrar.
El Real Automóvil Club de Catalunya S.L, El RACC pa los amigos, es el encargado de hacer funcionar una de las carreras más pulidas y bien lubricadas del Mundial: el GP de España y no sólo tienen unos de los asientos más baratos del calendario a cambio de esos 98 leuros en venta anticipada, sino que con esta entrada tienes acceso por la jeró a los entrenamientos invernales. Cada día de entrenos salían a 10 leuros, 15 en finde, así que si ibas todos los días la entrada para la carrera quedaba amortizada y te costaba cero patatero. Si ibas un par de veces, lo lógico, la rebaja que te autorecetabas era del orden de los 20-30 leuros. ¿Ver una carrera por 60 leuros es caro? Creemos que no, pero si vives lejos los cien del ala es el precio de partida por asistir a las tres jornadas (más el jueves) del evento.
Pero… ¿es mucho o es poco?. Bueno, pues mira las cosas que puedes adquirir con ese dinero:


Unos vaqueros Lewis 501

Un reproductor emepetrés

Llevar a cenar a tu chica a un restaurante apañao (o tu chico)

Un neumático para un coche urbano de tipo medio (uno sólo)

Unas gafas de sol compradas en un sitio de garantías

Unas Nike doradas de las de salir "vestido"

Unos auriculares medianeros con una calavera pintada

Un casco de moto que no sea réplica del de Lorenzo

Una camisa de marca

Un tatuaje mediano y sin muchos colores

Llenar un depósito de gasolina (y te sobrará poco más que calderilla)

Un peluco baratunis, olvídate de uno como el de Alonso

Lo que pagas de móvil en un mes como te descuides un poco

Si eres un muerto de hambre, te aseguro que lo sentimos, pero no podrás ir a la carrera; es inevitable, esto cuesta dinero. Si eres mileurista, equivaldrá a dos o tres días de tu curro. Si cobras dos mil lauros/mes, no te despeinarás, y si ganas más… mira en Tribuna Principal y a lo mejor dejas de sonreír con esa cara de suficiencia que estabas poniendo, pero seguramente te lo podrás permitir.
¿La F1 es cara? Bueno, no es un regalo, pero si partimos de la base que en principio vas a asistir sólo al GP de tu país, no nos parece una locura pagar ese dinero por algo que ocurre una vez al año. Una entrada de un partido de la Liga de las Estrellas española en Tribuna principal -no hay pelousse en el deporte rey- viene a costar más o menos eso y hay más de veinte partidos en tu ciudad cada temporada, echa cuentas...
Ya sabes lo que hay: si te gusta tanto esto, deberías rascarte el bolsillo una poca y plantarte ante los carreristas. ¿Que el viaje y la estancia también cuesta? Bueno, hay autobuses, hostales, casas de amigos, o incluso el auto stop.
Lo más caro no es la carrera, ni el hotel, ni el alpiste. Lo más caro es el tiempo, y el tuyo se está agotando: Volviendo al Paulo Coelho y sus coetáneos, la felicidad no viene de las pertenencias, sino de las experiencias. Elige bien las tuyas (y buen viaje).

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