Es un absoluto desastre. Llegas a casa tarde, te pones algo ligero de cenar, y enchufas la tele "pa ver qué ponen". Grandes Hermanos tirados en un tresillo, aprendices de cantantes que gallean, trifulcas de tipos trajeaos que copa de vino en mano filosofan sobre todo como expertos de todo que son o pelis baratuzas de Charles Bronson que con su Magnum masacra a una banda de chinos disfrazados de ninja. Finalmente, y en los límites de tu mando a distancia, te topas con un notas llamado Sandro Rey, mitad Mario Vaquerizo mitad Carlos Jesús, que a cambio de que le llames a través de uno de esos siniestros números de costosa tarificación especial, te revela el futuro. El personaje haría bueno el chiste:
—Pom, pom. —Tú pegando en la puerta.
—Sí, ¿quién es? —Responde el brujo.
—Pos vaya mierda de adivino. Deberías saberlo, chaval...
En todo caso hemos marcado el teléfono del chamán catódico y le hemos preguntado por lo que su bola de cristal arroja en forma de datos virutables en el año más agitado técnicamente en probablemente las dos últimas décadas.
En todo caso hemos marcado el teléfono del chamán catódico y le hemos preguntado por lo que su bola de cristal arroja en forma de datos virutables en el año más agitado técnicamente en probablemente las dos últimas décadas.
Narices a lo Rossy de Palma, alerones recortados, limitación de combustible a la mitad (y por lo tanto menos peso y medio depósito menos) nuevas geometrías, nuevos motores turboalimentados con cilindrada casi de moto, limitación de las RPM, un chisme electrónico cuasi experimental que aporta una patada impulsora por valor de 160 jacos... No es como empezar de cero, pero si el chino de circo tuviera hasta ahora diez platillos en el aire, el año que viene va a tener treinta o cuarenta.
Ante la complejidad de las novedades, varias de ellas nuevas-de-trinca, las capacidades adivinatorias de nuestro héroe televisivo quedan tremendamente mermadas y sólo nos ha podido decir:
"Van a ganar los mejores"
No gana el más fuerte, sino el que mejor se adapta... y en la F1 el que más rápido lo hace
Eeeeeele, eso es arte. No ha dicho na de na, pero deja implícita una respuesta no escrita relativamente fácil de leer: los mejores son Red Bull y puede que sean los de Mercedes. ¿Por qué? Pues porque los primeros han demostrado en los últimos años una capacidad implacable a la hora de adaptarse en tiempo récord y con éxito a cambios normativos, ideas cercenadas, y soluciones sacadas de la manga. Cualquier equipo puede tener una buena idea; sin ir más lejos el Difusor de Doble Plano de 2009 nació en el seno de Super Aguri, pero un equipo medianero tardaría toda una temporada en hacerla funcionar de manera satisfactoria. Dásela a los Blues Brothers y en dos o tres carreras estará muy cerca de su madurez si no es excesivamente compleja.
Cuando les quitaron los Escapes Soplones tuvieron un bache de unas pocas pruebas, y apenas dos meses después, sus coches corrían igual que cuando hacían soplar sus vuvuzelas contra el difusor. No gana el más fuerte, sino el que mejor se adapta... y en la F1 el que más rápido lo hace.
El drama de Red Bull para 2014 puede ser el motor y dependen en gran medida de lo que saque Renault. Los gabachos han sido los que han empujado al equipo tetrachampiñón de mundo y nadie debería dudar de sus capacidades... actuales. Renault es un grande en esto de las carreras y que nadie piense que los técnicos de Viry-Chatillon no van a hacer un buen trabajo. El problema es de tempo. La marca del rombo aportó gloria a este deporte en la anterior era Turbo, inventó las válvulas neumáticas y trajo una serie de soluciones que más tarde acabaron siendo tendencia, pero tradicionalmente han tardado en madurar sus ideas. Es lógico: los inventos requieren unos plazos de maduración, y cuando creas más, más tiempo requieres para que vaya bien. En términos de desarrollo, el tiempo es un elemento que puede comprarse, pero cuesta mucho mucho dinero.
Se dice que Honda está soltando ¥ens a porrillo –los que más– y esta inversión debería arrojar resultados contantes, y lo sonantes que puedan sonar sus seis cilindros, aunque la guerra para ellos arrea en 2015. Con la pastuqui se paga a la gente y en este aspecto parece ser que los galos tienen a 250 colegas curando como bellotos y Mercedes a 400, y no precisamente por ahorrar. Lo de los de la estrellita asustan y muchos temen que sea cierto ese rumor que apunta a que han sido capaces de dar con 100 caballos más que el resto. Indicador de que puede haber algo de cierto es que pidieron aumentar al ancho de los neumáticos traseros, gomas que recibirán un terrible castigo en 2014 en forma de gigantesco par motor aportado por esta presunta cuadra caballar, el turbo y el ERS, el nuevo KERS. En principio su solicitud se ha desestimado, pero de ser así, puede que Caballo Loco y El Príncipe de Beckelaer tengan el "gadget mágico", el anillo-del-señor-de-los-idems con el que puedan controlarlos a todos. Si esos 100 alazanes teutones extra asoman su hocico, que el resto de la parrilla se de automáticamente por breada con plumas, porque no habrá piedad.
Por otra parte Mercedes lleva haciendo desde hace año y pico acopio de ingenieros top. Brawn ha ido cazando a lazo a tipos de cierto caché para los que ya apenas quedan cargos libres y sencillamente se les llama: jefe-de-lo-que-sea. De ahí tiene que salir algo, y la certificación de ello es que que de ser un equipo respetable pero poco deseable para los pilotos, es muy posible que este 2013 acaben segundos en 'lo de constructores'. Han crecido mucho. Si la posible marcha de Ross no erosiona su avance, pueden dar la campanada.
En cuanto a Ferrari y Lotus, el televidente (de adivinar por teléfono, no de mirar la tele) Sandro Rey que no tiene mucho que decir. Lotus anda que si tiene o no tiene pasta, que si ya no es el equipo de referencia de su motorista, que si ha perdido a James Allison, que si se les ha ido Kimi y necesitan a un piloto-canela... demasiadas incógnitas todavía para aportar un veredicto. En cuanto a los maraneleros, tienen que cambiar muchas cosas en su manera de hacer las cosas. Sus coches tienden a ir a crecer a trompicones durante la temporada, llega Kimi que aportará algo más de velocidad al conjunto pero creemos que inquietará al primer piloto, Alonso, y las dudas están en su motor. Montezemolo quería "una era motorística" y parece que la va a tener, pero el rumor es que su propulsor bebe cual cosaco en la Feria de la Cerveza de Helsinki.
De hecho, se dice que pidieron a la FIA que aumentasen una poca esos 100 kilos de sopa por temor a quedar varados antes de bajar la bandera en cada prueba. Esto parece solventado gracias a mejoras en la inyección de Magnetti-Marelli aunque ahora parece que el problema son las altas temperaturas que adquiere el conjunto, lo que nos lleva a mayores radiadores, y vuelta a empezar con la aerodinámica. Ferrari nunca había construido un motor tan pequeño pero Mercedes y Renault... sí.
Falta mucho para que en Jerez veamos sobre el asfalto todo esto pero al futuro se le empieza a ver la cara. ¿Cara? Careto fue el que puso Sandro Rey cuando una noche un payo le llamó y le pidió su opinión acerca del romance de su hermana con un tal Tyrion Lannister, el enano de la serie "Juego de Tronos". Al brujo gótico no le quedó otra que echarse a reír por la gamberrada telefónica. Para despedirle le dio un consejo:
—Dile a tu hermana que pronuncie la frase "Santitus Santidei".
Bueno, pues que los jefes de las escuderías digan lo mismo, a ver qué pasa.
Bueno, pues que los jefes de las escuderías digan lo mismo, a ver qué pasa.
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