Cuando caiga el sol sobre Abu Dabi, dos hombres
se jugarán más que una carrera: se jugarán el primer pase hacia la
gloria de convertirse en tricampeón mundial de Fórmula 1. Cuando las
sombras se alarguen hasta cubrir la ciudad-isla, millones de aficionados
se sentarán dispuestos a disfrutar de las habilidades de dos
bicampeones cara a cara. Ya no hay margen para el error; ya no cabe la
improvisación: las cartas están echadas y ahora toca jugarlas lo mejor
posible. Hombres y máquinas enfrentadas en un duelo apoteósico. Red Bull
contra Ferrari; Sebastian Vettel contra Fernando Alonso. Mucho más que
una carrera cualquiera.
Durante la celebración del podio del Gran Premio de la India, el
expiloto Martin Brundle le preguntó a Fernando Alonso con retórica: "¿Te rindes algunas vez?".
Alonso contestó, obviamente, que no. Y esa parece ser la mejor
herramienta de Ferrari para conseguir el título mundial de pilotos: la
constancia y el pisar siempre el acelerador caiga lo que caiga. Pese a
tenerlo todo cuesta arriba, la confianza plena y el trabajo duro han
llevado al español a ser segundo en el campeonato por delante de coches
como el Red Bull de Mark Webber, los McLaren y los Mercedes, máquinas
que a priori parecían más competitivos que el F2012. En Abu Dabi habrá
otra oportunidad para recuperar el terreno perdido por las cuatro
victorias consecutivas de Sebastian Vettel, el piloto del momento.
TENSIÓN EN FERRARI
Fernando Alonso se empeña en ver el vaso medio lleno, aunque por
momentos el agua se evapore. ¿Y por qué no? Nada está perdido hasta que,
efectivamente, lo esté. En la India, asegura, no ha dejado escapar
siete puntos respecto a Vettel, sino que en la primera curva ganó ocho
puntos más de los que tenía: "Salíamos (en parrilla) teniendo ocho puntos; hemos terminado con dieciocho",
dijo en la rueda de prensa en Nueva Delhi. Pero la tensión en Ferrari
existe: quedan tres carreras y las evoluciones del F2012 no llegan. La
queja principal de Fernando se centra en la prácticamente nula evolución
aerodinámica de su monoplaza, frente a un trabajo de Red Bull muy
constante. Así llegamos a Abu Dabi, un circuito urbano donde hay más
oportunidades de que se produzca una carrera atípica y Ferrari pueda
sacar tajada. Pero confiar más en la suerte que en el potencial propio
no siempre da sus frutos, como estamos comprobando en la recta final de
esta temporada. Aunque Fernando se empeñe en ver el vaso medio lleno, la
tensión se mastica en la casa roja. Pero en ocasiones la tensión es
buena, pues agudiza los sentidos, alimenta la inteligencia y fortalece
el cuerpo: "Nosotros seguiremos luchando", aseguraba el asturiano en una red social.
ALONSO, LA MEJOR ARMA DE MARANELLO
Red Bull es el mejor coche de 2012. Un galardón que ha costado
vislumbrar en la temporada más reñida de la historia en su comienzo, con
múltiples ganadores diferentes en los primeros grandes premios, y
muchos altibajos de todas las escuderías según transcurría la temporada.
Pero el RB8 ha vuelto a darle la razón a Adrian Newey: "Está claro que RBR tiene el mejor coche", asegura Stefano Domenicali. "Tenemos que trabajar duro",
asegura el italiano, que comparó la situación con el mundial de fútbol
de 1982, cuando Italia (asegura) no contaba con la mejor plantilla y, a
pesar de todo, ganó. La gran arma de Ferrari frente a un monoplaza tan
competitivo como el RB8 tiene nombre propio: "Tenemos el lujo de contar con Fernando Alonso, el piloto número uno, así que tenemos que luchar hasta el final".
WEBBER, EL ESCUDERO
Pero seamos francos: RBR lo tiene fácil para ganar. Han conseguido
neutralizar la superioridad de Alonso hasta convertirla en trece puntos
de ventaja, y a estas alturas del mundial es difícil darle la vuelta a
la tortilla. Mark Webber, que se niega a permanecer como escudero de
Vettel, tendrá que rendirse a la evidencia si fuera necesario: "Apelamos al sentido común de nuestros pilotos", asegura Helmut Marko a la agencia de noticias SID. "Han demostrado que trabajan conjuntamente sin hacer nada que ponga en peligro los intereses del equipo".
Se dice que no hay órdenes de equipo en Red Bull Racing, que no hay
nada escrito. Pero lo que sí parece es que ambos tienen la lección bien
aprendida, aunque sea de memoria: "Nuestros dos pilotos tiene la experiencia suficiente como para saber qué le conviene al equipo",
aseguró recientemente el jefe de la escudería, Christian Horner, al
diario Welt. Está claro que, situándose a setenta y tres puntos de
Vettel, el australiano tendrá objetivos diferentes en la pista que
cuando luchaba por el mundial.
CUANDO CAIGA EL SOL
En los dos últimos años, la pista de Abu Dabi ha acogido los
entrenamientos de jóvenes pilotos de final de temporada. Por eso los
equipos se conocen mejor esta enrevesada pista que combina una primera
parte rápida con una segunda revirada. Las instalaciones e
infraestructuras son cómodas y hasta los garajes están equipados con
aire acondicionado, así que el personal de las escuderías está encantado
de visitar este lugar cada año. La carrera es la única de la temporada
que comienza de día y finaliza con la negritud de la noche bañando la
ciudad. Una característica que, cada año que pasa, nos llama menos la
atención. Lo que más importan son los cinco kilómetros y medio de
asfalto, en donde se darán cincuenta y cinco vueltas el domingo para
completar trescientos cinco kilómetros de carrera. Yas Marina tiene una
superficie lisa, pero las grandes fuerzas que aguantan los neumáticos
obligan a un cuidado extra: en la primera parte se alcanzan 4G de fuerza
lateral hasta llegar a la larga recta en la que se pisa a fondo durante
quince segundos de aceleración extrema, lo que equivale a 800 kilos de
carga aerodinámica. En la undécima curva, las fuerzas suben hasta las 5G
en frenada. Para completar el maltrato al neumático, la última sección
calienta las gomas hasta los 125 grados Centígrados. Pirelli ha optado
por llevar los neumáticos medios y blandos, una combinación usada en
seis de las carreras disputadas hasta ahora. Como contrapartida, es la
carrera en la que las diferencias de temperatura de la pista
experimentan un mayor descenso desde la salida hasta la bandera de
cuadros, por el anochecer, así que el comportamiento de los monoplazas
varía sustancialmente a otras carreras.
MCLAREN ENTONA EL 'MEA CULPA'
Y aunque es normal centrarnos en la lucha entre Vettel y Alonso (a
estas alturas del campeonato es lo más importante), los McLaren, los
Mercedes y los Lotus tienen mucho que decir. Lewis y Jenson parece que
no pueden recuperarse. Hamilton no levanta cabeza desde que abandonara
en Singapur yendo primero. En ese momento, Vettel cogió la cabeza de la
Fórmula 1 y no la ha soltado hasta hoy (más de doscientas vueltas en
cabeza); impresionante. Martin Whitmarsh reconoce que el buen trabajo de
RBR ha dado sus frutos, pero entona el 'mea culpa' asegurando que
tampoco han sido tan agresivos como debieran: "En la India deberíamos
habérselo puesto más difícil en la salida", dice. "Pero no damos palo al agua, y en su lugar nos peleamos entre nosotros y contra Alonso. Era la mejor situación para RBR".
La mejor situación para los aficionados es un mundial tan emocionante y
una pista tan especial. Este fin de semana, gane quien gane, volveremos
a divertirnos..
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